05 septiembre, 2010

Estado Puro: las tapas de Roncero



Un amigo chef que trabaja en Dubai me habló del concepto de las tapas de En Estado puro, creado por Paco Roncero (premio Nacional de gastronomía 2006), quien fuera considerado uno de los alumnos más aventajados  del archifamoso Ferran Adriá.

 Cerca de la conocida plaza de Neptuno, ágora celebratoria de los hinchas del Atleti, se encuentra este restaurante. Una decoración moderna, con divertidas referencias autóctonas, decoran las paredes del local. Cientos de peinetas tapizan las paredes, haciendo un efecto bastante original y a la vez cálido. Está diseñado para comer en plan informal, con taburetes y mesas altas sin mantel, que se pueden compartir. Afuera hay una terraza agradable con mesas para cuatro personas.

Sin duda la carta ofrece las tapas de siempre, por un lado, pero con un toque especial, por ejemplo, las croquetas, aunque pequeñas, están muy bien preparadas, crujientes, suaves y la masa perfectamente cocida (nada de sabor a harina).  Los boquerones al limón también son deliciosos, crujientes, suaves y el punto justo de ácido.

Son famosas sus mini hamburguesas, pero nos parecieron ricas pero sin más. Probamos, claro está, la tortilla del siglo XXI, en plan desestructurado, y aunque la clásica es imbatible, me gustó la experiencia de saborear un plato tan clásico de otra manera. Comimos los buñuelos de bacalao, delicados y muy gustosos, así como las bombas de carne, una suerte de albóndigas crujientes en una cama de salmorejo, muy buenas, sin llegar a lo memorable.

 Tortilla del siglo XXI.

Aunque la propuesta me gusta: servir de manera mimada, original y currada las tapas de toda la vida, la verdad es que ninguna de las que pedimos nos pareció especialmente deliciosa, pero tengo que aclarar que la calidad de lo que nos sirvieron era por encima de la media, así que volveré, si la ocasión se da.
Los precios, aunque no son especialmente baratos, tampoco son caros si se comparan con la media de raciones en Madrid. Por ejemplo, una ración de croquetas (5 unidades) cuesta casi 10 euros. Pero quizá en la ciudad unas croquetas congeladas que saben solo a harina cuestan lo mismo y te ponen 6, así que vale la pena.


Las tapas oscilan entre los 4 y 10 euros. Los vinos, tiene una carta bien escogida y unos precios razonables, para no titubear y pedirse la botella.
Abstenerse puristas.

En Estado puro
Plaza Cánovas del Castillo, 4
28014 Madrid
Teléf: + 34/ 91 330 24 00
Web: En Estado puro

15 comentarios:

  1. No me lo pienso perder. Voy a Madrid mañana y no me lo pienso perder, Claudia. Gracias por la información.

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  2. Espero tu retroalimentación, cuéntanos qué tal.

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  3. Has despertado mi curiosidad, así que quizá me pase un día de estos, a ver qué tal.
    Un gran blog, por cierto.
    Saludos.

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  4. Me halaga tu comentario Manon, qué bueno que te guste.

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  5. Ya he tomado buena nota del lugar... y la próxima vez que vaya a Madrid van a caer algunas tapitas de esas. Gracias por compartir la información.

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  6. Chica qué envidia me das....

    Besos.

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  7. Tengo ya la libreta de "recomendaciones" ,repleta de apuntes by Bitácora Culinaria ;-), va a ser hora de ponerle remedio con una otoñal visita a la Villa y Corte. Besotes,

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  8. Qué te puedo decir yo, cuando vaya a Sevilla, necesitaré una semana para seguir tus rutas. Se hará lo que se pueda.
    Un gran saludo

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  9. Perfecto, pero no se os ocurra pasar por aquí sin darme un toquecillo para compartir al menos una buena copa de vino.

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  10. De esa, mi querida Delikat, no te salvas, dalo por hecho. Será un placer.

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  11. Hola Claudia: Qué bien tenerte de nuevo por aquí dándonos estas avanzadillas. Yo también me apunto a hacer una visita a este lugar en cuanto pueda, siento curiosidad después de leerte y esas peinetas en la pared deben quedar muy originales. La foto me ha encantado, con la transparencia del caramelo.
    Un beso.

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  12. Viena, la comparación de la peineta y el caramelo, me ha encantado...
    BUeno, tomen en cuenta que el lugar está bien, pero que dudo que mueran de felicidad. Claro que habrá que probar más.

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  13. El lugar tiene su encanto, la carta de vino, fértil y sabrosa, y el servicio (cosa rara hoy día), estupendo. Pero las tapas me resultaron más correctas que memorables y, definitivamente, la tortilla del siglo XXI no es lo mío. Para un agradable tapeo entre horas, más que para ir a comer.

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  14. He ido el fin de semana pasado, cuando estuve en Madrid.

    Grande curiosidad me acosaba, sobre todo porque en Google Maps, pones "Cánovas" y te salen unas cuantas críticas de ususarios de los restaurantes y hoteles de la zona (casi nada, ahí están el Ritz y el Palace y la calle Huertas está a la "carreiriña de un can", como dicen en Galicia). Las críticas del "Estado puro" no eran excesivamente positivas, así es que me dije: "¡tate! ¡No creo que Claudia se haya equivocado, así que, Sorokin, vete a verlo." Y fuí. Y me gustó. Cierto que algunas tapas te dejan perplejo, como el "foie gras con lentejas", pero una vez que acomodas tus papilas al tema, resulta delicioso. Lástima que para cuando te has acostumbrado, te hayas acabado la tapa (es enana). Y, totalmente de acuerdo con Claudia: las croquetas son buenísimas. La tortilla SXXI no la probé, a mí la que me va es la de toda la vida, jugosa, please, pero cuajada.

    Los vinos muy buenos y el servicio (muy criticado en Google), excelente.

    Caro, eso sí, pero es un sitio de moda y eso también se paga.

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  15. Haz hecho una descripción muy acertada, Sorokin. A mí me gustó, aunque esperaba quedar deslumbrada o algo por el estilo- Nuestro servicio fue también amable, puntual e informativo, porque tratándose de estas tapas, la verdad es que viene bien preguntar de qué va el plato. Saludos.

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