Fachada de La Durée de Los Campos Elíseos.
La Durée es una muy famosa casa de repostería que data de 1862, muy conocida por ser la "reinventora" de los hoy celebérrimos macaron, que se le diferencian como: macaron parisinos o gerbet, de los que debo confesar no soy especialmente fanática. Estos ya existían, claro, pero esta casa repostera se atribuye el haber cambiado un poco la manera de concebirlos: dos discos de merengue untados de fina crema o mermelada, también se le adicionó especias, entre otras cosas que aportaron variedad a su original sabor.
Vitrina de La Durée de la Rue Bonapart.
Por esta fotografía me llevé un regaño de la tendera.
Pero, más allá de sus macaron y haciendo la vista gorda a lo turístico de muchas de sus tiendas, a los amantes de los cafés y casas de té y, por supuesto, de la repostería, seguramente le complacerá visitar sus caprichosos espacios, decorados hermosamente, siendo algunos de ellos realmente históricos. Las vitrinas son un paraíso para los golosos, con dulces presentados como pequeñas obras de arte de la repostería. La atención varía según cuáles se vaya (hay muchísimas), por lo que recomiendo ir, por ejemplo, a la de la Rue Bonaparte, con menos turistas, y mucho más íntima. La atención en Champs Elysées, como es de esperarse, es menos esmerada, aunque puntual, pero es casi imposible asomarse a la vitrina de dulces de tanta gente que espera en la cola para llevárselos.
Ofrecen también pequeñas comidas y sándwiches que están muy bien. Aunque, claro, estos últimos son un poco caros (18 euros), pero bien se puede comer uno para dos personas, ya que son grandes y suelen acompañarlos con un poco de ensalada y los ingredientes son de gran calidad y resultan bastante sanos. Los dulces no son tan costosos, más o menos la media de París en cuanto este tipo de pastelerías, rondando los 5 euros, o un poco menos, cada unidad.
Esta casa se ha convertido en una franquicia, por lo que hoy en día se encuentran, además de algunos aeropuertos, en varias ciudades del mundo como Londres, Nueva York, Milán, Estambul, Luxemburgo, Kuwait, Catar, Dubai...
La Durée
París, Francia
Lista de otros Países con La Durée
Realmente los macarons resultan baratos, aunque no estaban tan buenos como imaginaba... algunos sí, exquisitos, pero los de sabores exóticos no me gustaron nada.
ResponderEliminarLas tiendas venden de todo! una bolsa de merienda preciosa me compré que parece un bolso!!
Seguro que tanto el dulce como la comida es una delicia no hay mas que ver esa foto de los pastelillos babeando me dejas pesiosa.
ResponderEliminarMuxas gracias por compartirlo con quienes te visitamos ,es un lugar para tener en cuenta si algun dia vamos alli.
Bicos mil wapa.
Isabel, recuerdo bien la entrada que hiciste de los macaron con la caja de Le Durée. No me gustan mucho en general así que no puedo opinar demasiado, así que es bueno tener tu opinión.
ResponderEliminarNenalinda, te comprendo, al ver esos dulces allí expuesto apetece morderlos uno a uno y probarlos todos... umhh
Jajajá, ¡La reportera del crimen!... en este caso del pecado... ¡y CAPITAL! ¡No en balde te llevaste un buen regaño! ¡Y es que te digo que valió la pena!: ¿cómo osan tratar de evitar que los "probes" disfrutemos manque sea de un voyeurismo goloso? Entonces, ¿para qué exhiben? Ah, qué grande eres Serrat: "mírame pero no me toques; no me toques pero mírame"
ResponderEliminarCómo hubiera disfrutado en esta repostería, cielos!!!! Todo es delicioso!!! Ahora que, ya eres valiente, Claudia; yo no sé si me hubiera atrevido a sacar la cámara de fotos!!! Lo que se hace por los seguidores...
ResponderEliminarGracias por deleitarnos con estas fotos y este reportaje tan interesante.
Un beso.
¡Nooooo! ¡Nooooooooo! Claudia, debería ser delito hablarle de macarons a alguien que no tiene cerca una tienda en la que comprarlos.
ResponderEliminarMe encantan. Me gustano todos. De todos los sabores. Pero en esta isla no hay apenas lugares en los que comprarlos.
Se me ha hecho la boca agua.
Preciosas fotos.
Un beso
Jaja, qué divertido Pedro, eme encanta tu cita. Abrazos.
ResponderEliminarTitanii, la cosa es que cuando viajo la llevo colgada al cuello, así que va desenfundada para el ataque-
Dorothy, mejor para una tener estas tentaciones solo a la mano en algunos viajes ¿no lo crees?
Saludos a tod@s
¡Hay que ver cómo cambian las cosas con los años! En mis tiempos de estudiante en Madrid, los macarrones era algo que se comía con tomate como plato del día en los restaurantes económicos, y hoy, en pleno siglo XXI, tan plebeya palabra designa unos exquisitos dulces. Por lo demás, es cierto que son ricos. Nunca probé los de la Durée, pero en Bélgica los hacen muy bien tambien, y de todos los colores: rojos, verdes, amarillos...
ResponderEliminarSaluditos
Cuando visité Paris fui un día expresamente a merendar a una de sus tiendas-pastelería y había una colaaaaa tremendaaaa! Me quedé sin entrar y sólo tengo una foto desde fuera :-(
ResponderEliminarque maravilla, pués anoto para cuando vaya a París... me encantan los macarons!!Besitos y feliz fin de semana!
ResponderEliminarSiento que te riñeran Claudia, pero la fotografía con todas esas delicias mereció la pena.
ResponderEliminarYo no he probado este dulce pero no hace mucho ví en la zona de Princesa de Madrid, una pastelería donde los vendían y cuando vuelva a pasar por allí quiero probarlos.
Tengo algunas amigas argentinas que aseguran que están deliciosos.
A mi lo que más me agrada de las confiterías-pastelerías, aparte de la vista de los distintas delicias expuestas, es el olorcito tan especial que se percibe en el ambiente.Le doy un valor tremendo al sentido del olfato,para mi es una fuente de placer y siempre va unido a recuerdos gratos, vivos en mi mente.
Gracias Claudia por tus entradas, siempre interesantes y curiosas.
Un beso y que tengas un fin de semana agradable.
Me la guardoi!!....hace tiempo que no como macarons y me dejaste tentada!!......Abrazotes, Marcela
ResponderEliminarAlli si que disfrutaria yo ..... lo que no se es si podría comprarme muchas cosas..... en fin. Tomo nota de tu participacion en mi concurso, que tengas suerte!!!!!
ResponderEliminarBesitos
Me encantan los macarons y me encantaría aún más visitar esa tienda. Un beso
ResponderEliminarLo siento.. he dado por hecho que querias participar y lo mismo no es asi porque no veo el logo ..... dime algo....
ResponderEliminarBesitos.
No soy dulcero en absoluto, pero la entrada me ha abierto el apetito de ir a París ;-)
ResponderEliminarYo estuve merendando en Ladurée en el viaje a Paris del año pasado y disfruté como una enana. Aparte de que la decoración es ya un espectáculo, al menos en la que yo visité, decorada con inspiración en la Capilla Sixtina. Luego los escaparates, las vitrinas, me pareció todo un espectáculo. Lo que comí delicioso, eso sí, carísimo y lo único que no me gustó es que compré una cajita de macarons y a la mañana siguiente no estaban en condiciones, no duraron nada. Cuando yo los hago, igual de ricos aunque esté feo decirlo, siguen excelentes durante días después.
ResponderEliminarPor otra parte me sorprende que no te dejaran hacer fotos, yo hice un montón y me sonreían, creo que no me encaja con el espíritu Ladurée, mira que tienen incluso dos libros con sus mejores recetas, yo los tengo, reproduzco algunas de ellas y son fieles, eso no lo hacen todas las pastelerías, por eso me extraña que no les gustara tu foto, con lo bonita que ha quedado además.
Seguramente en cada local, tienen un personal con unas características, también visité una tienda que tienen en Versalles, a la entrada del palacio y es verdad que allí no era igual.
Un abrazo
Viena, creo que habrá sido la que atendía en esta tienda que es menos turística... pero desdes allí, saco la cámara con cuidado. Tu descripción es maravillosa.
ResponderEliminarSaludos
Estuve trabajando y dando un paseo hace unas semanas en París, no me organicé lo suficiente y no busqué restaurantes vegetarianos de calidad, que seguro habrá muchos. sabía que no encontraría muchas referencias en tu blog sobre estos sitios,pero sí, como no, de las pastelerías, ¡debilidad que compartimos! Recordaba haber leído algo, así que di con Ladureé, no me apunté la dirección, pero... encontrábame dando un paseo por Ópera cuando fui sorprendido por el de la Rue Royale. No puede entrar, la cola era larga y no tenía tiempo. Volví más tarde y ya estaba cerrado. Insistí, y volví. Fui recibido amablemente en la puerta, conducido al acogedor y bonito salón, pedí un Elyseés, porque quería probar el chocolate, un café aromatizado con caramelo y a disfrutar... Mmmmmmm, espectacular, delicioso. Mil gracias. Me quedaba todo por probar, así que mientras paseaba al día siguiente por Saint Michel, me propuse ir al de la Rue Bonaparte, pero esta vez utilicé la opción B: comprat para llevar y cómerlos donde quieras, que sugieres para la otra pastelería que me parece llamaste Otro templo goloso en París. Lo que pasa es que Los jardines de Tuleiries, quedaban un poco lejos, de modo que como la calle daba al Sena y, me parece que un sencillo y buen plan, mientras pasas unos días en esa ciudad durante el verano, es coger algo delicioso y, si fuera posible, compartirlo con alguien, sentados a la orilla del río mientras se siente la vida pasar, pues... eso hice con mi pastel Mont-Blanc, que me resultó más bien decepcionante, lo que no borró el placer de todo el periplo y del atardecer espléndido sobre el Sena. Gracias Clau!
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