28 febrero, 2011

Sabor mediterráneo que termina en fiesta


Hace dos años se inauguró el restaurante de comida griega Taverna Cavos.  El restaurante es grande, bonito y sobrio en su decoración, de luces bajas (como la mayoría en Múnich), ruidoso y tiene una terraza que es una maravilla cuando llega el buen tiempo. El ambiente, un poco schiki-micki*, la atención muy correcta y la relación precio-calidad es excelente.


Los entrantes son deliciosos en su mayoría y en especial sus calabacines a la plancha acompañados de yogurt, la sardinas fritas, super crujientes, y las berenjenas cocidas con crema de tzatsiki. Los pescados, debo decir que ha sido uno de los mejores que he probado en la ciudad, ya que lo preparan el punto justo de jugoso y uno lo puede escoger en la entrada. Uno de los clásicos es el bifkteki al grill relleno de queso feta, acompañado de vegetales al vapor y patatas, una delicia. La verdad que las raciones son tan grandes que nunca llego al apartado de postres. Su carta de vinos es variada y hay de donde escoger, sobre todo entre los italianos.

 La diferencia, es que el local, los viernes y sábados, se transforma como a la 23.00 horas en un bar. El Dj va subiendo poco a poco la música del ambiente y la gente empieza a bailar. Dicho estilo  lo han copiado otros restaurantes griegos de la ciudad pero con un resultado mucho más incomodo porque son realmente pequeños. Acá, quien no quiera mucho participar de la fiesta, hay espacio suficiente para todos y la música no llega a ser estridente ni incómoda. Una buena alternativa para comer y tomar unas copas en un mismo local. Una cocina honesta sin grandes pretenciones pero en la que uno puede percibir el cuidado que le ponen.

Posee un buen guardarropa, cosa que parece poco, pero siempre se agradece, en una ciudad de invierno tan largo, donde poder dejar con comodidad los abrigos. Muy recomendable. Eso sí, hay que reservar con bastante antelación, sobre todo para los fines de semana, porque siempre está lleno. Los precios: entrantes entre 4 y 10 euros, segundos entre 10 y 17, sobre todo los pescados. Una cena oscila entre 30 y 40 por persona sin privarse de nada.

*Coloquial: pijo (Esp.), sifrino (Venez.)

Königinstr. 34
80802 Múnich
Teléf.: +49 089 38 88 76 40
Web: Taverna Cavos
Imágenes 3y 4 ©Taverna Cavos



 

20 febrero, 2011

Un francés sencillo en Schwabing

Adoro la cocina francesa, pero también sé que es difícil conseguir buenos restaurantes en Múnich de cocina tradicional de sus vecinos franceses, y sobre todo, aquellos que no signifiquen pagar mucho. En Schwabing se encuentra Le Gaulois, un restaurante sencillo, sin pretensiones y que puede sorprender en algunos de sus platos.

Con una decoración rústica, aunque algo rara, este restaurante ofrece interesantes propuestas que van desde sus ricos entrantes como las fabulosas ostras, con un tamaño sorprendente, las almejas, y uno de los platos que nos sorprendió gratamente fueron los caracoles, con una receta de la casa en una fina salsa con champiñones, ajo, levemente picante, deliciosos-



Ofrecen platos de elaboración simple como los fondeu, crepes y por las que nos decantamos ese día, las deliciosas galletes, que no tienen nada que envidiar a las que he probado en París. Hay entrecots, conejo y pescados, además de un apartado de postres que no llegamos a probar porque nos los ofrecieron demasiado tarde, pero las propuestas son muy buenas.

La atención es irregular, aunque no llega a mala, hay buen ambiente y en términos generales, la comida es correcta, volveré sin duda a pedir ese conejo que quedó pendiente y, claro, el postre. Los precios oscilan entre 6 y 20 euros.
Hörwarthstr. 4

80804 Múnich
Teléf.: +49/ 089 367 435
Web: Le Gaulois.



12 febrero, 2011

Un corazón tan típico como la salchicha


Hace algunos meses, una amiga catalana, Anna, que vive desde hace muchos años en Múnich, me llevó al restaurante de comida típica bávara: Bratwursherzl (Corazón de salchicha). Aunque no soy una verdadera entusiasta de la comida de esta región, debo decir que me ha encantado. Está situado en pleno corazón del centro, al lado del Viktualienmarkt en una de las plazas más antiguas de la ciudad, conocida hoy en día como la Dreifaltigkeitsplatz (Plaza de la Trinidad) y que data de 1320. Este edificio ya era restaurante desde 1633 y desde 1901 se fundó el Bratwursherzl.

 El fuego preparado para dorar las salchichas.

Mucha tradición pesas sobre este restaurante y la verdad es que uno de los mejores de comida bávara dentro de la ciudad, siendo sus platos frescos y quizá de los más auténticos (nos lo confesó un comensal) que se pueden encontrar acá. Su carta ofrece comida típica del estado bávaro, la cual contiene un apartado para los platos de la región de Franconia.

 Aparte de las clásicas Rostbratwürste, la Obatzda para untar con pan o mejor, con Bretzel, o la deliciosa Leberknödelsuppe, que consiste en un caldo claro servido con una suerte de albóndiga enorme hecha de hígado, muy buena. Tienen un gulash delicioso y, si se tiene suerte, la carta a veces ofrece el gulash de ciervo (Hirsh), fantástico, de sabor más fuerte, pero sin duda, más gustoso que el de cerdo.

Los precios son fantásticos, la atención es muy buena y el lugar totalmente acogedor y agradable. Muy recomendable. El menú oscila de los 6 a 9 euros, y los platos entre los 6 y 12. Los domingos y feriados no abren.



Dreifaltigskeitplatz, 1
80331 Múnich
Teléf.: +49 0 89 295113
 Web: Wratwurstherzl




01 febrero, 2011

Reinventarse en lo clásico: Maelu


En la Schiki-Micki (léase pija; sifrina...) calle de Theatiner la que fuera antes la pastelería Mäser, sus dueños, la han transformado en el café Maelu, lo cual debo decir, ha sido todo un acierto. Una vez estuve en Mäser y tenían postres estupendos, pero ahora el lugar se ha modernizado y ofrece nuevos postres y otras alternativas tanto para comer ligero o sentarse a degustar un café y uno de sus maravillosos postres. El concepto es lujo puro para los sentidos, postres que se preparan a diario, atrevidamente coloridos, bellos como pequeñas obras de arte y son tanto deliciosos como originales.






 La decoración es bastante fría, quizá demasiado, pero uno puede subir a la segunda planta y acomodarse en butacas confortables mientras se deleita con cualquiera de sus coloridas y golosas opciones. La pareja Sonja y Ralf Mäser (a la izq.) son maestros confiteros y llevan muchos años y algunos premios acumulados.

Chocolates, macarons de distintos sabores y colores, tartas de sabayón, mousse de chocolate decoradas con oro, panna cotta con frutas salvajes...

El café es biológico y traído de Colombia, muy bien preparado. Los postres, si se consumen allí son un poco  más caros de lo que aparecen en la carta, siendo una media de un postre y un café de unos 8,50 euros por persona. Una delicia, sin duda. Ofrecen al mediodía sopas, ensaladas y comidas ligera, además de bocadillos.



Café Maelu
Theatinerstr. 32
80333 Múnich
Web: Maelu


Foto de la pareja Mäser 
y foto de la derecha:
©Maelu