24 mayo, 2011

Tewa: pequeños platos bio


En la página oficial de turismo de Viena recomendaban como un barrio pujante y de creciente restauración el Karmeliter-Viertel. Peregrinamos hasta allá y no dimos con muchas opciones, así que nos instalamos en el Karmelitermarkt (Mercado de las Carmelitas) y nos sentamos en uno de sus varios restaurantes: Tewa.


Con un ambiente un tanto cool-relajado y música tecno-cansina, disfrutamos de la terraza. El concepto es un restaurante sencillo de productos Bio. Aunque la comida no fue maravillosa, tampoco estaba mal, sobre todo se agradece la liviandad de sus preparaciones libres de grasas pesadas y basada en productos de calidad. La carta ofrece desayunos, ensaldas, risottos, hamburgesa vegetariana, ensaldas con pollo o con polenta, wraps y platos sencillos como verduras al wok. Debo recomendar como entrante las tartitas de calabacín acompañadas con una crema de yogurt... realmente lo mejor.
Los precios oscilan entre los 3,90 y 9 euros. La atención es regular. Tienen otro restaurante en el Naschmarkt.

Karmelitermarkt 26, 32
Viena
Austria
Teléf.: +43/ 676 847 74 12 10
Web: Tewa

15 mayo, 2011

Merendar o desayunar bollería bávara


Hace pocos meses me llevaron a un bello café en donde se vendían algunas variantes dulces de la región, que en alemania se suele llamar Krapfen, que son unos bollos parecidos a las donuts, pero que en Múnich se preparan de una manera un tanto diferente, llamándosele Schmalznudel, que resulta de forma circular pero que se aplasta un poco en forma de disco y se espolvorea con azúcar

 Un dorado Rohrnudel acompañado de una taza de café.

El café está justo al frente del bello mercado Viktualienmarkt, con una bella fachada en vidrio y madera, justo en su entrada pueden verse sus cocineros prepararlos y freirlos. Pero también venden otra especialidad bávara que es mi preferida, los Rohrnudel, que se diferencia de la anterior porque es horneada y no frita, y normalmente va rellena. Los tienen de dos clases: con pasitas o relleno con ciruela, que es el que recomiendo ampliamente porque puede disfrutarse del jugo que suelta la fruta un tanto confitada, y el bollo resulta menos seco y con diferentes texturas.

 El relleno de ciruela, sin duda,es una maravilla.

El café es muy agradable y bonito, con unas tres salas interiores de madera y para el disfrute del buen tiempo, posee un balcon con unas 4 mesas y una terraza en el patio interior más grande.

El café es de buena calidad pero también ofrecen zumo de naranja fresco, campari y claro, una bebida que adoran en Múnich: proseco. El lugar abre desde las 7.00 AM, por los que los trabajadores más madrugadores tienen la oportunidad de desayunar allí, lo mismo para los más marchosos (fiesteros). Cierra a las 6.00 PM y no abren los domingos.
Un lugar muy recomendable para acercarse un poco más a la cultura culinaria de la región  y disfrutar de sus  bellos espacios.
Los precios muy económicos, los bollos cuestan 2,20 euros y el café entre 2,30 y 3,70.

Schmalznudel-Café Frischhut
Viktualienmarkt
Prälat-Zistl -Str. 8
80331
Múnich
Teléf.: +49 89/2602315

04 mayo, 2011

Adentrándonos en el mito de la tarta Sacher

©Café Sacher


Estos días he estado en Viena, y aunque la ciudad no nos deparó grandes placeres culinarios, lo que sí nos salvó fueron los cafés vieneses. Entre las tareas pendientes, sin duda, era ir al Hotel Sacher e ir a probar su celebérrima tarta, que data de 1832, y que fue creada por un aprendiz de cocinero Franz Sacher. Se estima que anualmente se venden unas 300.000 tartas Sacher originales al año.



Una anécdota curiosa es que el hijo, Eduard trabajó como aprendiz en la también famosa Demel -la cual este blog le dedicó en sus inicios una entusiasta crítica- y preparó la tarta creada por su padre, partiendo desde allí rivalidades entre las dos casas pasteleras, hasta el punto que se llevó a litigio y solo pueden llamarse torta Sacher a aquellas que venden sus establecimientos. Así que de Demel bautizó a la suya como Eduard Sacher-Torte.

Espacios del nuevo café.

El café es espectacular, paredes tapizadas en seda, candelabros y pinturas, así que hay siempre una pequeña cola para entrar. Han abierto un pequeño establecimiento justo al lado para aquellos que no pueden esperar pero que también es mono.
Mi veredicto, bueno, la verdad es que en sí misma la tarta es muy rica pero no creo que sea mi preferida. La encuentro demasiado dulce por el agregado de mermelada,  supongo, pero es una cuestión de gustos, porque sin duda la tarta es fresquísima y hecha con esmero.

No me dio tiempo a probar sus otras opciones, cuestión que despierta mi curiosidad porque soy una fan perdida de Demel. Así que supongo que su versión Sacher será igualmente buena, juro volver a Salzburgo y comprobarlo. La calidad del café es igualmente buena.

En su tienda on-line se pueden ordenar por correo y tardan dentro de Europa unos 3 días, y aunque no tenga el ensoñado entorno de un café vienés, podrá probarla. Los precios son como la media de la ciudad un café y una tarta ronda los 10 euros.

Filarmonikerstr. 4
A 1010 Viena
Austria
Teléf.: +43/ 151 456 0
Web: Café Sacher Viena