Horno de leña para la socca.
Tuve la suerte de estar en Niza llevada de la mano por verdaderos lugareños, gracias a mi alumna francesa, Eve, que me abrió las puertas de su casa y su familia. Así que bueno, había que ir a comer algo muy típico de allí: la socca. Su origen, me cuenta Eve, data de 1860, aproximadamente, y dice que era básicamente un plato para los obreros, ya que es muy sencillo y contundente. Consiste en una masa de harina de garbanzos, delgadísima, horneada como si de una pizza se tratase. Es una suerte de versión de la italiana farinata.
La socca, suave y crujiente.
Nos llevaron a Chez Pipo para probar la socca. Es un restaurante sencillísimo, con una pequeña terraza en la acera. Se hornean, como se ve en la foto de arriba con horno de leña y se come con las manos, agregando un poco de sal y pimienta al gusto. También ofrecen una versión de pizza que no lleva queso, de masa gruesa y muy buena, y, para empezar, se pueden pedir cremas varias: tapenade, crema de berenjena, de pimiento y acompañarla con una botella de rosé (vino rosado), que se bebe en el sur como si fuese agua.
La atención es muy buena, un lugar cálido, honesto y sin pretensiones. No creo que se necesite reservar. Los precios son económicos para una ciudad como Niza.
Con este post me despido rumbo a mis VACACIONES… hasta la próxima.
Rue Bavastro, 13
06300 Niza
Francia
Teléf.: +33 04 93 55 88 82
Que maravilla de masa y de resultado. Me la comía sola.
ResponderEliminarBesos.
Que pinta! Me encantan las masas finas y crujientes! Es que no hay nada como ir de la mano de la gente del lugar... Felices vacaciones!
ResponderEliminarHace un par de años anduvimos por la zona, me encantó la socca y el casoulet que probé en Carcasonne, una delicia!!
ResponderEliminarNo conocía la "socca" ni, por supuesto Chez Pipo, pero lo de harina de garbanzos me suena mucho a un pan indio, no sé si se llama "porota" o "papadum", uno que es fino y crujiente y que se parte en pedazos para comerlo. Por supuesto, el pan indio lleva además especias, como cardamomo. Supongo que la socca no los lleva.
ResponderEliminarSaludetes
¡Felices vacaciones! Y no digo nada más, porque esa foto de socca ya habla por sí sola.
ResponderEliminarEstuve en Niza hace años pero no probé la socca, tirón de orejas para mí, no sé si la vida me llevará de nuevo por aquellas tierras para reparar el lapsus, gustarme me gustó a rabiar la ciudad, ese aroma a lavanda permanente, ese casco histórico que me recordaba tanto a Roma, una delicia.
ResponderEliminarAbrazos
Me encanta la faina (o farinata)....de seguro esto me encantara.....pero ese horno.....me fascino!.....descansa guapa!......Abrazotes, Marcela
ResponderEliminarEspero que tengas una felices vacaciones. Te estaremos esperando a la vuelta.
ResponderEliminarUn beso grande.
Efectivamente, Silvia, se come sola… muy rica.
ResponderEliminarRosendo, la verdad es que las masas finas y crujientes son adictivas, me encantan a mí también.
Isabel, también probé la casoulet en Carcassone, un pàto rico y contundente.
Umh… Sorokin, ese pan que describes debe estar delicioso, cómo aprendo con vosotros.
Viena, gracias por tus deseos y tod@s vosotr@s por dejar vuestros comentarios.
Saludos
Delikat, qué bonita descripción de la ciudad, no lo hubiese hecho mejor… la socca, tarea pendiente.
Marcela, la verdad que el horno es alucinante.
Es una suerte poder conocer un sitio acompañado de alguien conocido. Te permite conocer aspectos que de otra manera pasan desapercibidos. Me apunto la socca
ResponderEliminarQue pinta tan buena tiene me encanta besos
ResponderEliminarUmmm.. bueno, sabroso y barato. Magnífico descubrimiento el de la socca, Claudia. Lo que hace un buen horno de los antiguos. ¡A disfrutar las vacaciones!
ResponderEliminar!Qué horno tan maravilloso y qué delicia de masa tan tostada y crujiente Claudia!.
ResponderEliminarQue pases unas vaciones cargadas de momentos hermosos y felices.
Besos
Que suerte que buen recorrido por Niza.
ResponderEliminarDe nuevo gracias por ser nuestro lazarillo por este mundo.
Besos.