En la famosa calle de Alonso Cano, en una esquina se encuentra el Retinto, todo un clásico de la zona en donde es muy agradable ir para tomarse un buen vino o comerse alguna de sus deliciosas tapas. Con decoración taurina, un tanto contenida, una barra que siempre está a reventar, o bien se puede escoger sentarse en el área de las mesas si se quiere comer con calma.
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Sus tapas son excelentes, como la de queso brie con cebolla confitada o la de solomillo, siempre repito, las de gulas, en cambio, sin llegar a ser malas pecan de simples. Tienen tentadoras opciones como la maravillosa torta de casar, uno de mis quesos predilectos, o bien el delicioso cabrales (esa envidia del roquefort) que se puede pedir con anchoas o aguacate.
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Dentro de sus rarezas la carta ofrece un plato para 6 u 8 personas: huevos de avestruz con patatas fritas y pimientos asados con morcilla de León (nunca hemos llegado con tanto apetito para lanzarnos a tal aventura). Los precios están por la media de la capital, rondan por los 3 euros la tapa.
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El ambiente está siempre animado, que en Madrid quiere decir: con mucha gente, ruido y movimiento. El servicio es bueno según el día, pero en general está bien.
C/ Alonso Cano 38
Madrid
España
Telf.: +34 914 423 419
Metro: L1 (azul claro)
Foto: ©Claudia Hernández
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