En la isla de Margarita, en la zona colonial de Pampatar, se encuentra el restaurante
Casa Caranta. Aunque su página web no hace gala de la belleza del restaurante ni de sus delicioso platos. El concepto: cocina de mercado que mezcla con acierto lo mediterráneo y asiático, con algún ingrediente típico de la zona, como por ejemplo, los famosos ajíes dulces o tomates margariteños, que son una delicia.
La carta está escrita en una pizarra, la cual es leída por la amable
maître. De entrantes, probamos las gambas tempurizadas, combinadas con una ligera salsa picante, cocinada con ajíes de la región, e igualmente probamos el pulpo en una cama de rúcula y patata, aliñada con ajíes dulces margariteños. Ambos entrantes eran realmente deliciosos, tanto por su frescura como equilibrio entre sabores, y no olvidando nunca ese gustillo que sorprende al aparecer, entre mordisco y mordisco, que hace que cada plato sea único.
De segundo, nos decantamos por la carne de vacuno, que en Venezuela suele ser de gran calidad. Un lomito dorado y jugoso, en una salsa de queso, acompañado con puré de patatas y puerro, ¡delicioso! Como postre optamos por tomarnos un par de cócteles, que su barman estrella los prepara de antología, mojitos y caipiriñas de fresa que son un verdadero festival de frescura y matices.
La presentación de los platos es cuidada, se come con manteles blanco de tela, la atención es esmerada, y tres días a la semana hay música en directo, con la que se puede disfrutar, aún más, de una buena cena. La casa que alberga el restaurante, tiene más de 170 años, y está hermosamente restaurada y decorada.
Lo único malo, sus elevados precios, ya que una cena, por persona, puede rondar los 90 euros, si se incluye una botella de vino, dos platos y un par de cócteles... eso sí, comerá estupendamente. Si va en temporada alta es mejor reservar, porque puede que esté todo un mes lleno, aunque con un poco de suerte, sin son dos, pueden que encuentren alguna mesa, dependiendo del día.
Casa Caranta
Av. Principal de Pampatar
Isla de Margarita
Venezuela
Telf.: +58/ 295 262 86 10
web: Casa Caranta
¡Qué maravilla, Claudia! ¡Qué ganas tengo de volver al Caribe! no he estado en Isla Margarita, pero es una de mis prioridades para unas próximas vacaciones, pero... ¿Todo es así de caro o la casa Caranta es un caso excepcional?
ResponderEliminarLa verdad es que MArgarita vale la pena visitarla... en cunato a los precios, bueno, uno puede ir en plan más modesto... compartir un primero, tomarse un segundo y un cóctel, supongo que así, dependiendo del vino que se escoja, podrían ser unos 60 euros... según el talento que tengas para la ingenierçia financiera... la verdad hacer el cambio Bs & Eur. a veces cuesta, pero en los portales de valoración de restaurantes, ésta era la mayor queja...
ResponderEliminarAlgo cari si parece, pero si tuviera la suerte de viajar a isla Margarita, creo que no repararía en ello, se ve maravillosos. Un beso
ResponderEliminarAh Claudia, hasta aquí me ha llegado la brisita marina y el sonido del batir de las palmeras :-) Lo que daría por estar allí ahorita mismo, comiéndome el pulpo ese sabrosón y no aquí cerrando presupuestos.
ResponderEliminarLa verdad que el Caribe tiene un encanto especial... umhhh.
ResponderEliminarSe me olvidaba Sorokin, no, todo no es así de caro, incluso, muchas veces los chiringuitos playeros pueden depararte sorpresas deliciosas, ¿Sabes además que allá te venden las ostras en cubos, vendedores ambulantes por la playa? Mi marido y yo comimos con unos amigos 16 docenas de ostras, por el precio módico todo de 8 euros... al ser puerto libre, Margarita, puedes encontrar alguna excelente cava catalana y acompañar las ostricas!
ResponderEliminarEl sitio pinta fenomenal. Un buen ambiente y una comida exquisita.
ResponderEliminarBesos.
Definitivamente, me lo apunto, Claudia. Pero dime, ¡dieciséis docenas de ostras entre dos! ¿y salistéis del evento con la salud sin alterar? ¡es que son 96 ostras por persona! Aunque supongo que serán como las de Veracruz (en México las llaman "ostiones"), más bien pequeñas.
ResponderEliminarSegún he confirmado por diversos testigos presenciales, las ostras no llegaron a 16 docenas, sino 10... y hubo un tercero que ayudó a los comensales ;-) Del restaurante, ¿qué decir? Es una maravilla. La brisa entrando suavemente entre las palmeras en la planta de arriba, la calidez del servicio, la acertada combinación de sabores en los platos, los cócteles prodigiosos.. En fin, es muy caro para Venezuela, pero qué gusto salir completamemte extasiado de un lugar... Su mayor defecto, que el metro no llega hasta ahí…
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