14 septiembre, 2010

Cena y jazz en un barco con encanto


Nuestra amiga Nadia, que vive en Hamburgo, nos recomendó visitar este gracioso restaurante, que está full equipado para continuar la noche. Das Feuerschiff es un barco que está anclado en el hermoso y activo puerto, a la altura del S-Bahn Landungsbrücken. Tiene varios ambientes de los que se puede disfrutar, dependiendo del tiempo y de lo que se escoja. Aparte de su restaurante, que hay en  la cubierta, se encuentra uno más abajo, de luz cálida y por el que a través de sus cristales podemos seguir disfrutando de las vistas del puerto. Al terminar la cena, podemos seguir descendiendo hasta su cuarto de máquinas y encontrar un ambientazo alrededor del jazz, con conciertos en directo, algunos días de la semana. Se puede ver en su página el programa cada mes.


El restaurante, de cocina tradicional alemana con algunas especialidades de la ciudad, aunque no es nada del otro mundo, cuida las presentaciones, usa manteles blancos, la atención es correcta y amable y resulta bastante acogedor. Ya nuestra amiga nos había advertido que el pescado lo ofrecen muy hecho, pero eso es bastante común en Alemania. De entrada pedimos un queso de cabra gratinado con miel en una cama de jamón de parma, una rica combinación. De segundo, aunque no nos gustan esos platos que mezclan pescados diferentes, la carta  no nos dejó opción y pedimos el plato de pescado para dos personas, el cual se combinan tres pescados de temporada, camarones y algo de langosta, acompañado de arroz y ensalada. Realmente lo disfrutamos, porque bien sabemos que no es muy fácil comer buen pescado y bien preparado en Alemania, pero pasando dicha resignación, la verdad que no está mal.

El resto de lo que ofrecen puede verse en su carta en internet. También tienen habitaciones para pernoctar.
Ciertamente, es algo diferente para hacer en una visita a esta activa y hermosa ciudad. Los precios de los segundos platos oscilan entre los 13 y 30 euros.

Das Feuershiff 
City Sporthafen
Vorsetzen, 20459
Hamburgo, Alemania
Teléf.: +49/ 040- 36 25 53
Web: Das Feuershiff






13 comentarios:

  1. De todo, yo me quedo con el jazz y las vistas. Una velada seguramente deliciosa.
    Me ha encantado, ahora me falta irme para allá y tengo unas ganas de viaje otra vez, que ni te cuento.
    Un beso Claudia.

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  2. Un lugar que resulta realmente apetecible Claudia. Muchas veces, como ha apuntado Viena, la comida pasa a un segundo plano y el entorno, ambiente y las actividades compensan que lo gastronómico no sea sublime. Hamburg además es una de mis asignaturas alemanas pendientes, tengo un amigo alemán arquitecto que vive en la ciudad, y siempre me está diciendo que vaya a visitarlo y contándome el buen ámbiente que en verano tiene la zona del puerto.


    Que gran verdad lo del pescado en Alemania, pero lo cierto es que es de los pocos lugares del mundo donde me como una salchicha relamiéndome ;-).

    Saludazos,

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  3. Das Feuershiff? ¿El barco de fuego? ¡Uy!, yo tendría cuidado de no quemarme al entrar. De barcos restaurantes, conozco los de Kiev, atracados en la ribera del Dnieper y los que te dan vueltecitas por la bahía de Tokio. Este tuyo tiene muy buen aspecto. Aunque nunca he estado en Hamburgo -es una de las casillas vacías en mi lista-, si voy miraré eso del Feuershiff.

    ¿A que había salmón en el plato de pescados variados? Es que al norte de los Pirineos es lo más barato que hay en plan pescados.

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  4. Bueno, Delikat, Sorokin, la verdad es que vale la pena, es una ciudad con mucha vida y abierta, a mí me ha encantado. Lo peor en el año: el clima, pero la verdad es que compensa.

    En cuanto a la duda lingüística (Feuershiff), la verdad que al principio pensé que era un barco de bomberos, a lo mejor también lo usan los bomberos, pero buscando más en los diccionarios es un buque faro, exactamente; sirven a la navegación cuando las boyas no son suficientes. Normalmente están fondeados en un lugar fijo (según Wikipedia).

    Delikat, tienes razón, las salchichas en este país son prodigiosas, nunca te comerás una mejor, ni en su vecina Austria. Yo, me decanto por las del sur, que pienso son más ricas.

    En cuanto al salmón, no, nada, eran pescados blancos de pulpa, bastante buenos. Ahora, el salmón en alemania siempre es una buena opción, no hay un día en la semana que no lo coma.
    Saludos, amigos

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  5. Que lindo,
    una velada espectacular.

    Un saludo.

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  6. Si hay buen jazz... creo que la comida siempre sabra mejor.

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  7. Comparto lo que comentáis de que a veces, aunque la comida no sea de relamerse, un ambiente acogedor y una buena química en el lugar hacen el resto. Este barco del fuego es muy recomendable, sobre todo si se va los días de jam session. Pescaíto (pasable), mar y jazz, es una magnífica trinidad.

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  8. Ya lo creo Oteador... aunque están en áreas separadas, la verdad no se escucha nada en el restaurante a pesar de estar tan cerca, pero hay ambiente.

    Y tal como dice nuestro amigo de Os Bobolongos, hay química.

    Gracias por pasaros y dejar vuestros comentarios.

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  9. Una manera diferente de pasar una velada. Supongo que con el jazz el ambiente debía ser realmente agradable. Un beso

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  10. La verdad es que ambiente es lo que le sobra a ese cuarto de máquinas cargado de jazz. Un saludo, Pilar.

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  11. Me parece todo un lujazo el poder subirse y encima degustar todas esas delicatessen sobre ese barco. Toda una delicia venir a visitarte e informarnos de tanta cosa bonita y origianl :D

    Besos.

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  12. Nunca he estado en alemania, pero esa deuda quedará saldada en breve!
    Muy curiosa esta esperiencia fluvial, aunque me ha despistado un poco eso de que desde el comendor no se escucha la música.
    Saludos.

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  13. Qué bueno que pases por acá Manon, bueno, es que el barco tiene unos tres niveles, la cubierta, que funciona como terraza, se puede comer o tomar algo, luego bajas y está el restaurante cubierto y si bajas más, al cuarto de máquinas del barco, está el bar donde dan los conciertos.

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