"El descubrimiento de un nuevo plato hace más por la felicidad humana que el descubrimiento de una nueva estrella." Brillat Savarin
16 enero, 2011
Un viaje a través de los sentidos
En la medina antigua de Fez no existen demasiados restaurantes que recomendar, pero existe uno en un Riad, el Dar Bensouda, maravillosamente restaurado y que data del siglo XVI, este palacio es el más antiguo que se conserva en la ciudad y perteneció a un profesor universitario Sidi Dawdi Bensouda.
Si no se alberga allí -altamente recomendable- como mínimo se merece adentrarse a sus espacios. El mejor té de menta que tomé en Marruecos ha sido allí, servido con delicadas pastas. Puede tomarse en su precioso patio interior, todo un oasis o bien en su magnífica terraza.
Ofrecen desayunos (inolvidables), almuerzos y cenas.
Su equipo de cocina está compuesto por varias mujeres que se dedican a trabajar para este pequeño establecimiento en el que el trato al cliente es digno de reyes. La comida es la tradicional marroquí, y destaca entre sus majares las pastilla de pichón, delicada en sus sabores y fresquísima, su clásica sopa harira y el tanjine de pollo con limón y olivas. Su apartados de vinos de la región están bien escogidos en los que se puede encontrar algunos muy dignos. Los postres son delicados y muy saludables.
Realmente el lugar es mágico, la comida muy buena y el servicio es de primera: chimenea, rosas rojas, manteles blancos, todo ello dentro de su hermosa y antigua arquitectura. Ciertas cenas se pueden gozar amenizadas por un cantante con su cítara.
Dar Bensouda
Zkak El Bghel, 14
Quettanine, Medina de Fez
Fez, Marruecos
Web: Dar Bensouda
Teléf. : + 00212 5 24 39 16 09
Impresiones de la ciudad de Fez
Etiquetas:
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No conozco Fez, y es un lugar previsto pero no este año que estuvimos en Túnez, veremos el que viene. Tengo en cuenta tu recomendación
ResponderEliminarRealmente parece un lugar precioso Claudia, precioso y sereno, eso es lo que transmiten tus fotografías.
ResponderEliminarYo tengo en mi programa de clases, el couscous de la ciudad de Fez, un couscous llamado "A las sept légumes" que lógicamente se prepara con siete verduras, ni una más ni una menos, ya que según la tradición, es el número de la suerte que traerá prosperidad a quien lo tome así.
Te he echado de menos por esta bitácora. Me alegro de tu regreso.
Un beso grande.
Fez es un lugar mágico, patrimonio de la humanidad, tienes que ir, Isabel, es un viaje en el tiempo.
ResponderEliminarViena, gracias por tus palabras. Y sí, conozco ese couscous a las 7 legumbres, delicioso.
Saludos
Simplemente maravilloso!
ResponderEliminarya quisiera estar ahí alguna vez. Gracias por compartirlo
Un lugar con mucho encanto. Qué maravilla de sitio.
ResponderEliminarBesos.
Nuestro vecino de al lado tiene esa magia de cultivar todos los sentidos: la vista, el oido, los olores, los sabores...
ResponderEliminarGracias Claudia por esos descubrimientos que nos regalas.
Gracias Capricornio, Silvia, la verdad es que sí, tiene gran encanto.
ResponderEliminarOteador, qué maravilla conocer a alguien que cultiva todos los sentidos, creo que el olfato y mi amor por la comida, se va mejorando, pero creo que es mi sentido más en desventaja.
Saludos a todos.
Como ya te comenté en tu otro blog, qué buenos recuerdos de Fez me está trayendo tu viaje. Esa pastela de pichón y el té verde con hierbabuena que mencionas, han abierto la espita de los sentidos. Como bien dice Oteador de los Mercados, son unos artistas para mezclar toda la paleta de los sentidos. Si algún día vuelvo, llevaré bajo el brazo esta magnífica recomendación tuya. Gracias Claudia.
ResponderEliminarDelikat, si vuelves y vas a este lugar, espero que siga tan bueno como cuando fui. El mejor té, sin duda.Saludos
ResponderEliminarLa abundante actividad de la medina, de repente se guarda en una lámpara mágica al entrar en el Dar Bensouda. Un lugar de una belleza serena y una atmósfera entrañable. Y la azotea para tomarse un te mirando Fez no tiene desperdicio.
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