"El descubrimiento de un nuevo plato hace más por la felicidad humana que el descubrimiento de una nueva estrella." Brillat Savarin
17 octubre, 2012
Samborns: ver pero no comer
Una visita obligada al centro de México D.F. es la del hermoso edificio de la Casa de los Azulejos. Mi querida amiga bloggera mexicana Carmen, mencionó este lugar, pero olvidó advertirme (luego nos reímos de ello) de que solo lo viera pero no que comiera. En fin, el lugar es precioso, sin duda,teatral, con murales de Orozco y azulejos ingleses con mucha historia. La atención es lo justa para no desesperarse.
Desayunamos allí y la verdad todo era bastante tosco y caro. El café, tal como experimentamos, es excesivamente aguado (yo bebo café tipo americano, pero allí es demasiado), por más que se pida un espresso es imposible tomarse uno en condiciones. Lo que recomiendo es que pida uno de esos ricos jugos de frutas naturales, que en México es casi imposible que lo sirvan mal, tómese uno, disfrute del entorno, descanse y márchese.
El lugar es un poquito más caro de la media, unos doce euros un plato, café y zumo.
Samborns
Casa de los Azulejos
Francisco I. Madero, 4
Centro, México D.F.
México
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La última vez que fuí a la casa de los azulejos me llevé una decepción. A mí lo que me gustaba era un bar semiescondido que estaba en una mezzanine, chiquito, acogedor (de hecho, el bar que le gustaba a Buñuel), donde te podías beber una Bohemia helada con unas pipas de calabaza que te ponían como botana. Más, ¡oh disgusto!, en 2010 el bar había desaparecido. Eso sí, el local sigue siendo magnífico.
ResponderEliminarPues nada Claudia, un zumote y a disfrutar de esos bellos azulejos! :-)
ResponderEliminarOhhhhhhhhhhh vaya...
ResponderEliminarGracias por la recomendación ;)
Besos.
Pues nada, si voy, miro pero no como.
ResponderEliminarBesos
Claudia,enseguida que he visto el título de tu entrada me he dicho que tenía que ser algo caro el lugar y ya veo que no me equivocaba.
ResponderEliminarDesde luego el edificio por fuera es bastante espectacular con esos azulejos tan lindos asi como el interior con esas columnas y esa decoración.Un edificio con historia sin duda alguna.
Del menú yo quedaría feliz con un rico jugo de frutas, imprescindibles siempre para mí.
Un beso Claudia y que tengas una buena noche.
A veces vale la pena entrar en un local, sólo para admirarlo y relajarse, y si encima te permiten sólo tomar una café (malo), pues... un día es un día. Un beso
ResponderEliminarHay sitio en los que merece la pena simplemente tomar algo y admirar el lugar. A cada lugar hay que encontrarle la forma ;)
ResponderEliminarTomo nota por si me caigo por allí en algunas vacaciones jijiji
Es una pena que el cafe sea malo pero seguro que el sitio es una preciosidad me han encantado los azulejos.
ResponderEliminarBicos mil wapa.
El local de ve muy peculiar, creo que merece la pana conocerlo besos
ResponderEliminarAy, los restaurantes museo... con esos camareros que te miran con aire de superioridad. Son como las tiendas de alta costura (Gucci, Prada y demás), que lo mejor es mirar desde fuera y no entrar.
ResponderEliminarPues creo que está normal, pero pues definitivamente no esta para esperarse algo extraordinario, pero sin duda el lugar está muy bonito, eso si, saludos!
ResponderEliminarHija mia, que envidia me dás !!!!! y cada dia en un sitio .... lo dicho .....
ResponderEliminarBesitos
Jejeje, que gracias tienes...
ResponderEliminarDisfrute del entorno, descanse y márchese, jejeje. Sin tomar café ni nada.
Pero el lugar es fantástico.
Un besazo.
Pues yo mataria por ir ahora mismo! Precioso!
ResponderEliminarQue pena amiga, estos lugares tendrían que tener un equilibrio, pero es así. Yo en Budapest visité algún lugar parecido y que la comida era insufrible.
ResponderEliminarBesos.
Primero una disculpa por venir hasta ahora a leerte, no paro, líos y más líos, hasta mi blog desatendido. Luego la siguiente disculpa es por no haberte advertido lo malo del lugar en cuanto a su insípida y descuidada comida. Pero el lugar es hermoso, tiene historia; allí llegó Emiliano Zapata y Pancho Villa con su tropa a desayunar cuando entraron a la Cd. de Méx. Pero seguro que no les sirvieron ese café aguado, tal vez los molletes sí han de haber estado bueno, o las enchiladas.
ResponderEliminarPor lo pronto planea tus próx. vacaciones ahora al caribe mexicano.
un abrazote
Espero que te se publique el comentario, no sé si tienes activado el filtro. Es que no me salió mensaje
ResponderEliminarAhhh, bello lugar, con historia, pero ahora tomado por una franquicia que no le hace bien a la calidad de la comida, y que creo no tiene muy buena fama entre los mexicanos. ESo sí, ¡viva, Mexico!
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