Como una cocina de temporada, se presenta la propuesta del restaurante Membibre. Tradición, con una especialización en productos del mar, pero que también atiende a un apartado de carnes y guisos.
De entrante, probamos las espinacas cocidas y salteadas de sabor delicado, una ración de gambas no muy especiales, y un pulpo a la gallega demasiado blando al igual que sus patatas.
De segundos, un magnífico solomillo al oporto, con una carne de primera, suave y jugosa, bien preparado, con el sabor justo de dulzón del oporto; algunos platos venían acompañados con unas deliciosas patatas cocidas y levemente tostadas con un poco de cebolla... de antología. Pudimos probar las cocochas de merluza y el rape, que estaban bastante bien, pero no alcanzaban el notable. Por otro lado, la lengua que preparan es deliciosa, bien sazonada y jugosa.
La carta de postres es para olvidarse de las dietas, deliciosa. Tiramisú, milhojas con crema, nata y helado; y para cerrar, una tarta de chocolate delicadísima y fresca.
La carta de vino ofrece calidad, en especial, Riojas. Los precios de los platos rondan los 21 euros, por lo que cada comensal puede estar cerca de los 36 o 42 euros.
Guzmán el Bueno, 40
Madrid
España
Teléf.: 0034/91 543 31 48
web: www.restaurantemembibre.com
Un restaurante bueno, pero no estupendo. Los pescados, como dices, a mí gusto demasiado al borde de lo crudo. El pulpo decepcionante y, eso sí, las carnes y los postres, excelentes. Aunque lo mejor, sin dida, las patatitas cocidas... ñan, ñan, ¡viva el arte de la simpleza culinaria bien hecha!
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