El mapa que regalan a los turistas en Budapest, además de los sitios históricos, vienen marcados sus cafés más célebres, que alcanzan unos ocho en total (alcancé a probar tres, una pena). Sin embargo, tratando de ir al top ten, me quedo con el Café Centrál. No solo porque sus dulces parecieran destinados a los dioses, sino que han cuidado que sus espacios conserven la sobriedad, tranquilidad y belleza que les caracterizaba.
La atención es buena, pero lo justa. Es también un restaurante. Probamos dos postres, acompañados de un delicioso café: un Centrál, compuesto de una mousse de chocolate, coronada con una especia de biscocho levemente caramelizado y cru
jiente. El segundo, es una cesta de chocolate con trozos de frutas salvajes y mandarina, adornada con un poco de crema inglesa. Por dentro, trocitos de biscochos empapados de distintos sabores, entre el chocolate y la esencia de las frutas. Debo decir que ambos son maravillosos. El toque justo de azúcar y armonía total entre todos sus sabores. Frescas y hermosas como obras de arte, gracias a su chef László Mihályi, el cual le confieso desde ya, mi admiración rotunda.Los precios, oscilan entre la media. Entre 3 y 4 euros. Juro que no lo olvidarán. Sin lugar a dudas, el mejor de los tres café que visité.
Centrál Kávéház
Károlyi Mihály u. 9
Teléf.: +36 1 2662110
Web: Centrál Kávéház
Budapest
Hungría
Imágenes © Claudia Hernández
Delicioso el pastel de chocolate de este lugar, acompañado de un café que casi le supera en sabor. Para tirarse una semana tomando el postre en el establecimiento.
ResponderEliminarUna vez más, tiene un aspecto fabuloso. He entrado en el sitio web del Café Central que incluyes en tu entrada. Para mi mala suerte, está en húngaro y yo, del húngaro aparte de decir " mësënem" (gracias), lo único que sé es que pertenece al grupo finoungrio. Un húngaro me contó en Budapest que cuando los finoungrios llegaron de las estepas de Asia central, arrasando con todo y llegaron a la Hungría de entonces, vieron un cartel que decía "A Finlandia". Los que sabían leer siguieron; los más brutos se quedaron en Hungría.:-) Juro que me lo contó un húngaro, que no se enfade nadie.
ResponderEliminarjajaja, qué buena anécdota Sorokin, divertidísima.
ResponderEliminarTe cuento, la página, fue un error mío, está en 4 idiomas, la corrijo ya mismo en el link que puse, igual la copio acá también por si quieres echarle un vistazo:
http://www.centralkavehaz.hu/
Saludos y gracias por vuestros comentarios.
Nunca he visitado Budapest¡ :-(, pero si algún día lo hago, ya tengo lista de postres para degustar requetebuena :-)
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