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La chef Britta Jakob en plena acción.
Una cocina abierta totalmente a sus comensales. Esta es la propuesta de la chef Britta Jakob en su Frontküche, un espacio que no solo funciona como restaurante, sino también sirve para eventos pequeños en los que la cocina es la protagonista o para tomar cursos de cocina.
Como restaurante solo abre al mediodía, tiene una carta cerrada que uno puede consultar por internet antes de ir, y consta de un menú con sus tres platos, agua mineral y café; no venden bebidas alcohólicas. Para la media de los menús en la ciudad, vale la pena decir que la relación precio-calidad es muy buena. Por 12,50 euros uno come sano, platos creativos o poco frecuentes y muy ricos. Tomando en cuenta que en esta ciudad un café cuesta normalmente 3 euros...
En la foto de arriba, vemos de segundo plato, un pescado blanco (Seelasch) envuelto en col rizada, acompañado de una deliciosas ensalada de canónigos -el aderezo parecía contener pitahaya (dragon fruit)- y patata hervida, servida con aceite de oliva y sal negra. El pan que sirven es casero, una delicia.
Al no estar pensado como un restaurante en sí mismo, hay que aclarar que hay una gran mesa con capacidad de unas 16 personas, dos pequeñas mesas, y una barra pequeñita como para comer de pie. Las mesas son sin manteles pero ponen servilletas de tela. El ambiente suele ser muy agradable y si se quiere hacer sobremesa, mejor ir a partir de las 13.00 horas. Si uno trabaja por la zona, le vendrá bien rellenar un formulario y la carta del día se le enviará a su móvil.
Theresienstr. 93
80333 Múnich
Teléf.: +49/ 0176 321 87 038
web: Frontküche
Una propuesta más que interesante, una opción creativa, alternativa a lo de siempre y asequible a todo el mundo, por el precio que indicas. También asequible por lo que se ve, para la chef que lo lleva a cabo. Aquí en España es muy difícil, por la traba legal que supone toda iniciativa dentro de la restauración si eres un pequeño o pequeñísimo empresario. Creo que sería un gran acierto regular también para los pequeños, pues existir existen muy buenas ideas y de ellas podrían beneficiarse todos: emprendedores de una economía modesta y consumidores de un producto un poquito diferente.
ResponderEliminarMuy buenas notas las que traes Claudia, siempre a la búsqueda de maravillas. Gracias por traerlas para todos.
Un beso.
Ah, es una pena, acá son muy frecuente estos espacios... aunque en España creo que también están poniéndose de moda llevar a empleados a recibir un curso de cocina (uno termina comeiendo la comida), o celebrar algo íntimo entre amigos y aprendiendo a cocinar.
ResponderEliminarUna pena lo de la excesivas trabas a los pequeños empresarios. Tal como dices, todos nos beneficiríamos.
Abrazos
Me encantan los lugares en los que se ve al cocinero/a manos a la obra y en su "salsita". Una propuesta original y sugerente, y como decís, a ver si cunde el ejemplo. Habrá que apuntar esta nueva parada en la guía Claudia de sorpresas del paladar.
ResponderEliminarNo sé si será habitual en otros lugares pero en Asturias lo vemos poco, excepto un japonés en Oviedo que sigue ese sistema.
ResponderEliminarDesde luego es una idea a segir.
Un besín
Una maravilla!!! Todo es magnífico, el precio, ver como trabaja en directo, el menú con sus pocos platos (pero selectos), y hasta lo de no servir bebidas alcohólicas me parec bien, como yo no bebo...
ResponderEliminarUna estupenda referencia por si algún dia visitamos esta hermosa ciudad. Ay Claudia, cómo te enteras de estos sitios tan peculiares???
Felicidades, de verdad.
Un saludo.
Este tipo de ideas me encanta, son muy originales y acercan la cocina a las personas. un buenísimo apunte Claudia.
ResponderEliminarEn Londres, ciudad tan enganchada a los más "in" donde las haya, la crisis ha hecho que aparezcan nuevos formatos para comer fuera de casa. Personas privadas contratan en sus casas a chefs para que cocinen para ellos y un reducido grupo de personas que pagan por ello. Estoy deseando ir a probar esa fórmula y contarla, dicen que algunos chefs se están haciendo famosos/conocidos de esta manera.
Saludos!
Una iniciativa estupenda, da la impresión de estar comiendo con la familia en la cocina; por que, lo que sí es cierto es, que cuando nos reunimos la familia, siempre terminamos todos en la cocina por muy pequeña que esta sea y, esta idea me encanta!!.
ResponderEliminarISabel, sí, en los japoneses se suele dejar al descubierto al maestro del sushi, es verdad, pero no es común para los platos calientes.
ResponderEliminarDelikat, a mí también me encanta. también está de moda acá eso del chef, pero no es muy común, sale bastante caro.
Kesito, has dado en el clavo, esa sensación de estar en casa de un familiar se deja sentir a pesar de estar en Alemania... la verdad que mi sueño es tener una cocina en donde hacer la fiesta, jajaja.
Saludos a todos.
Anímate Claudia, lo haces con los ojos cerrados. Es facilísimo!
ResponderEliminarMe encattan los restaurantes en los que la cocina está a la vista de todos. Y si además difunde sus conocimientos a través de cursos... ya es una gozada total.
ResponderEliminarJo, qué envidia me das... Ojalá yo pudiera disfrutar de esas delicias.
ResponderEliminarBesos.