01 marzo, 2016

Las auténticas creps* bretonas de París



En plena rue de Charonne se encuentra la Crêperie Bretonne Fleurie de l'epouse du Marin. Es todo todo un clásico de la zona, que lleva tras de sí muchos años y siempre está en la lista de las mejores de París, que no es poco. El lugar es sencillo, la decoración ofrece todas las referencias bretonas: espacios y muebles en madera, decoración de pescadores que evocan el Atlántico, objetos antiguos como si estuviésemos en casa de alguna tía-abuela... en fin, todo eso lo convierte en un lugar cálido.


Flambeando la crêpe suzette.

La atención es correcta y cordial. La carta es amplia, pero aconsejo el gran clásico de la casa: la galette complète (jamón de york, queso y un huevo), la masa es lo suficiente esponjosa y tostada como para catalogarla de casi perfecta. En cuanto a postres, no puedo sino regocijarme ante el hallazgo de que sobreviva la clásica crêpe suzette, que está casi en extinción por el trabajo que lleva flambearla, así que llevo años pidiéndola sin encontrarla... pero aquí la tienen.


La crêpe suzette en llamas...

El restaurante no acepta ningún tipo de tarjetas así que tiene que llevarse efectivo. Tiene horarios amplios, hasta las 23.00. Los precios son moderados. Así que es un lugar muy recomendable.





67 rue de Charonne
París 7511
Teléf.: +33 01 43 55 62 29







*Realmente son galettes, las saladas.

5 comentarios:

  1. Es verdad que cuesta mucho encontrar crêpe suzette... Y muchas veces, cuando las encuentras, no valen nada porque no están bien hechas... Se me hace la boca agua, sobre todo con la dulce. ¡Hace tanto que no la pruebo! ¡Qué envidia (sana) me das!

    Saludos

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  2. Cuando yo era estudiante en París, allá por la era cuaternaria, las crêpes las vendían en carritos. El mío era el que se colocaba en la esquina del Boul'Mich con los muelles del Sena. Muy útil al salir del cine, porque no había dinero para un restaurante serio. El del carrito hacía la crêpe en una especie de comal, le añadía lo que quisieras (Grand Marnier, azúcar, mermelada, etc) , la plegaba en cuantro y te la daba en un cucurucho. Y sabían a gloria

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  3. ¡Una sencilla y apetitosa entrada, Claudia. Gracias!

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  4. Esto es cruel. Estoy en la oficina, es la hora de la merienda, ¡y me hablas de crêpes! Mis compañeros empezarán a oír el ruido de mis tripas...

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  5. París y sus crêpes, ñan ñan... Me gusta mucho esa zona de Charonne, se ve que hay buenos restaurantes y pequeños lugares de cocina honesta como este. A mí más que hambre como a Esti, esta entrada me provoca una jarrita fresca de sidra bretona...

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